La Práctica Diaria del Recuerdo de la Luz

El Hijo que manifiesta la Unión Sagrada entre la Esencia y la Materia

¿Qué representa esta energía?

Esta es la última manifestación de la Tríada Sagrada: el Hijo, fruto de la unión entre la Esencia (Padre) y la Materia (Madre). Representa la práctica viva, diaria y encarnada del Recuerdo de la Luz en cada gesto, pensamiento y creación. Es el acto de traer lo Divino al Presente, de caminar el mundo con consciencia, integrando el Cielo en la Tierra.

¿Por qué surge esta manifestación?

Surge como necesidad evolutiva. La humanidad, tras reconocer su origen y su cuerpo como templo, está preparada para vivir cada día como un acto de unión sagrada. Esta práctica no es dogma ni estructura: es una disposición del corazón, un acuerdo interno de recordar la Luz en medio de la vida cotidiana. Es el camino que sostiene la Nueva Edad Dorada.

Principios Fundacionales de la Práctica