El camino recorrido ha sido largo, profundo, lleno de espejos, mitos y revelaciones. Y sin embargo, nada nos ha llevado a un lugar diferente del que partimos. Solo hemos quitado los velos. Solo hemos vuelto a ver con los ojos del alma lo que siempre fue.
El Retorno no es un final, sino una integración. Es la unión de todas las partes fragmentadas que creímos perder. Es el abrazo con nuestra propia luz, con nuestra sombra, con lo humano y lo divino en nosotros.
Hemos regresado al origen no viajando en el tiempo, sino deshaciendo la ilusión de estar separados. Ya no buscamos afuera lo que habita en el centro mismo de nuestro Ser.
Este Retorno es el comienzo de una nueva forma de vivir: desde la Verdad, desde la Unidad, desde el Amor que simplemente es. Ya no hace falta demostrar nada. Solo Ser.