Música

El Padre · La Esencia · El Espíritu

La Música es el lenguaje original, la vibración primigenia que lo sostiene todo. Es el Padre en su manifestación sutil, la chispa de la creación que precede a la forma. A través de ella, el universo canta su propósito, y cada ser puede recordar su origen.

No es solo arte o entretenimiento, sino una llave vibracional que abre puertas ocultas del alma. Cuando la Música es inspirada directamente desde la Fuente, se convierte en un canal de Alquimia, capaz de transformar la conciencia y elevar la materia.

“La Elipse de la Música es el Padre manifestándose en esta densidad.”

Energía del Padre y el Nacimiento del Medium Creativo Musical

En la Esencia del Padre se encuentra la vibración original: el impulso generador que no busca forma, pero que lo origina todo. Es el primer aliento, la chispa que da comienzo a la existencia. Esta energía no habla con palabras, sino con resonancias. No impone dirección, pero marca la intención.

Desde esta energía nace una figura clave: el Medium Creativo Musical. No es un personaje, ni una profesión, sino una manifestación viva de esa energía primordial. Su función es abrir la Puerta, como en un ritual, para que lo que aún no tiene forma, pero vibra en lo invisible, pueda manifestarse a través del sonido.

Medium Creativo Musical

Ser un Medium Creativo Musical es abrir un portal entre dimensiones a través de la improvisación, permitiendo que la Fuente se exprese sin filtros, sin estructuras preestablecidas, sin expectativas humanas. Cada concierto improvisado no es un espectáculo, sino un acto ritual, un momento sagrado donde se abre la Puerta de Conexión.

A diferencia del músico tradicional, el Medium Creativo Musical no interpreta partituras ajenas ni persigue reconocimientos. Su compromiso es con la Verdad interna, con la autenticidad de su vibración, aunque ello implique ser rechazado o incomprendido.

Esa diferencia siempre estuvo presente en mi camino: en las orquestas, en los escenarios, en los espacios donde la industria musical imponía sus normas. Allí vi cómo lo diferente provoca rechazo, cómo se premia la uniformidad y se castiga lo auténtico. Pero fue precisamente esa diferencia la que me llevó a descubrir quién era.

Fue al alejarme del modelo de “producto musical” que la Fuente me escuchó. Porque la Música, para mí, no es mercancía: es Arte, es canal, es Verdad. Y por eso fui guiado hacia otro camino, donde pude rendirme al proceso y recordar que lo que atraemos no es lo que queremos, sino lo que somos.

Así, este rol de Medium Creativo Musical se convirtió en un espejo de mi alma, una forma de dar testimonio del proceso evolutivo que estoy viviendo. Cada nota es una semilla de conciencia, cada silencio una puerta al Misterio.